Y llovió en Santiago, llovió con ganas, con fuerza y con rabia, pero ni la lluvia ni las inclemencias del tiempo impidieron que miles y miles de personas saliesen a la calle a gritar NUNCA MÁIS, quizás algunos desde el gobierno se alegrasen de que lloviese.
Ya se sabe que los gallegos cuando el tiempo es malo y las inclemencias aprietan no vamos a votar en masa, pero no se trataba de votar, esta vez los gallegos salimos de casa dispuestos a reclamar soluciones, a exigir que no nos mientan más.
Las colas en la autopista que lleva a Santiago llegaron a ser de más de 10 kilómetros, gente de todas partes de Galicia, y de otras comunidades se acercaron a Compostela, y se colapsaron las calles de marineros, pescadores, estudiantes, políticos, amas de casa, profesores, obreros, niños, unidos como pocas veces se ha visto y expresando claramente un deseo NUNCA MÁIS. Porque los que vivimos en esta tierra, tenemos en la memoria desastres similares a éste, los más cercanos, el del Casón y el del Mar Egeo, y sabemos que las indemnizaciones no valen de mucho, y que en ocasiones no llegan a todas las personas directamente relacionadas con el problema.
En esta manifestación estuvieron además representantes de los principales partidos de la oposición , entre ellos el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero; el Coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares; el portavoz del BNG, Manuel Beiras; y el secretario general del PSOE gallego, Emilio Pérez Touriño entre otros. A esta marcha no acudió ningún representante del PP.
A las 12 de la mañana una multitud de personas que se cubrían con paraguas de la lluvia, se reunieron en la Alameda de Santiago de Compostela, para poco después recorrer las calles santiaguesas camino de la Plaza del Obradoiro, mientras se gritaron consignas como éstas: “Gobierno dimisión”, “aquí se nota aquí se ve, Galicia está de pie”, “Fraga vete a cazar y no vuelvas nunca más”, “Aznar atiende, Galicia no se vende”.
Poco a poco la marea humana fue llegando al Obradoiro, y mientras que la plaza se llenaba a rebosar, las calles de Santiago seguían repletas de gente; allí en la Plaza del Obradoiro, el escritor Manolo Rivas pidió la dimisión de los políticos que han gestionado la crisis, y leyó un manifiesto que tuvo que repetir hasta un total de tres veces mientras la plaza se llenaba con los manifestantes que seguían llegando de las calles colindantes. En el manifiesto que leyó Manolo Rivas se pedía la declaración para Galicia de zona catastrófica, y la inmediata puesta en marcha de mecanismos de prevención que impidan que la catástrofe siga aumentando.
El actor Carlos Blanco, saludó a los hermanos portugueses y rezó una letanía de un particular rosario en el que se nombraban playa a playa y puerto a puerto damnificados por esta tragedia, mientras que los manifestantes respondían, “Chapapote para nós”, y pidió a la gente allí reunida que cerrase por un momento los paraguas para que los medios de comunicación pudiesen captar la imagen de un pueblo en una manifestación histórica.
Los gallegos queremos que Galicia se dote definitivamente de medios anticontaminación, que se instale la Agencia Europea de Seguridad Marítima en nuestras costas, exigir que los organismos internacionales actúen con dureza contra los barcos que no cumplan las normativas (doble casco, etc) y que se aleje el tráfico de mercancías peligrosas de nuestro litoral al menos 200 millas.
Y llovía en Santiago.., sigue lloviendo en Santiago y nuestras costas todavía a día de hoy siguen llenas de fuel oil, siguen manchadas de negro, los marineros en casa, las soluciones que no llegan, el Rey en la arena, Aznar en Grecia siguiendo de cerca el problema, y la nueva marea negra cada vez más cerca, de nuevo acechando, y sigue lloviendo en Santiago…
Ilga. Pontevedra. 3 Diciembre 2002