Pobre chaval

Días atrás, un chaval de 16 años volvió a su vieja escuela, con una navaja en mano secuestró a una clase entera pidiendo un millón de euros a cambio de la liberación de los retenidos. El desenlace fue bien sencillo, un agente de la policía disfrazado de pizzero redujo al chaval y fin de la historia. Ahora la historia empieza para el chaval.

Se ha oído de todo sobre este chaval, de su maldad en cometer un acto criminal tan cobarde, secuestrar a niños, menudo delincuente, menudo criminal. Solo puede ser o muy malo o tiene que estar enfermo, esa es la otra hipótesis la de la locura. Lo cierto es que ningún niño sufrió daño alguno, ni físico ni psicológico, ya que el secuestrador no les amenazó en ningún momento. El despliegue mediatico fue increíble, a la par que cómico, como el policial, hasta los geos( tropas de elite de la policía) se desplazaron al Drubrovka de L’Hospitalet. No fue menos increíble la cantidad de gente que se congrego alrededor de la escuela, más de 500 personas, muchos padres preocupados es comprensible, pero disparatado, todo fue obra de los medios. Las mismas personas que destrozaron el coche del director del centro y estuvieron a punto de linchar a un individuo que confundieron con el secuestrador, menudo ejemplo para sus hijos y para el secuestrador.

La gente se calienta muy fácilmente, cualquier cosa es pretexto para ello, lastima que esa calentura sea conducida por otros, no por el individuo mismo, y sea sin sentido, si no efectivamente otro mundo seria posible. Acabada ya esta crisis del Drubrovka de L’Hospitalet – no quiero bromear para nada con el asunto, lo califico así por el transcurrir de los hechos y el despliegue de todo tipo realizado – , ahora empieza la aventura para el chaval. Este joven que era un fracasado escolar, como yo y muchos más, trabajaba en el MercaBarna( gran mercado de comestibles al por mayor para el pequeño comerciante), y se encontraba de baja laboral. Desconozco los motivos de la baja laboral, pero ya de entrada me asombra que volvamos a esos tiempos donde los jóvenes y los niños trabajaban a tan temprana edad, siendo explotados y mal pagados, naturalmente. Dicen también que la situación familiar no era buena, faltaba dinero, algo que no es poco frecuente en L’Hospitalet, es una ciudad de obreros, pegada a Barcelona, un barrio humilde más de la rica Cataluña.

Nuestro joven, fracasó en la escuela, y fue lanzado al mundo laboral precario, algo no funcionaba bien en su vida y volvió al origen de su situación actual, donde posiblemente empezó todo. Después del episodio del secuestro, se dijo que le iban a matricular en una escuela privada, para darle la famosa oportunidad, lo cierto es que va hacia un reformatorio, una especie de – escuela manicomio -, donde le reformaran su conducta, sin más: lo envían a una cárcel de menores donde será carne de presidio.

A nadie le importa lo que le pase de ahora en adelante a ese chaval, él es el culpable. Es un estorbo para la Sociedad. Puede sonar tópico, pero hay que decirlo: la Sociedad es la culpable, ella es la que esta enferma, con sus disfunciones, injusticias, pobreza, y una educación inexistente. La solución impuesta: a mayor criminalidad mayor represión, no es mas que una causa directa del índice de pobreza y esa es la solución: sale más barato acabar con los pobres literalmente que darles educación y oportunidades, por ello el chaval no irá a la escuela privada si no a la cárcel de menores.

Marlowe. Barcelona. 22 Noviembre 2002.