Ministerios sobre patines

De la sucesión a la corona del PP yo no hablo porque no me parece un tema de actualidad. Es más bien uno de esos famosos futuribles. Pero lo que sí que me merece algún comentario, es la poca destreza con la que últimamente despachan los asuntos de cartera sus respectivos responsables.

Resbalarse o meter la pata, viene a ser lo mismo cuando hablamos de asuntos ministeriales. Y es que, a un ministro se le pide muy poco, sólo basta con no pifiarla.

A otros se les pide más. Por ejemplo, a un cargo público como Director General de la Guardia Civil, pues, se le pide que no robe y, que tampoco se oculte en Laos con la pasta pública. El juez del caso, ha puesto hoy en libertad a este personaje. Su argumento es muy bueno: ya que no ocupa cargo público alguno, no puede reincidir.

Lejos queda ya la época en que Celia Villalobos aconsejó cambiar el tipo de hueso para los pucheros españoles. Su truquillo a la Arguiñano le pasó factura. Pero ocurren cosas peores. Si hablamos de agricultura y pesca, o lo que es lo mismo, si hablamos de Arias Cañete y de lo que dice, no parece estar muy acertado: «Afortunadamente, la rápida intervención de las autoridades españolas alejando el barco hace que no temamos una catástrofe ecológica ni grandes problemas para los recursos pesqueros». Y no es acertado, porque el marisco de estas Navidades va ha venir con más alquitrán que el tabaco.

Pero miremos la economía, y veremos como a la buena economía de Rato le han pronosticado cáncer. Una subida simultánea del paro y de los precios, son síntomas de una mala salud económica. En términos deportivos, la economía española es una bicicleta sin ruedas. Rato viste el maiot amarillo, pero puede perder mucho tras el siguiente puerto de montaña: la cuesta de enero.

Menos mal que por lo menos alguno mantiene la cabeza alta y la vista al frente. Gracias a los cuerpos de seguridad del estado que él dirige, se han interceptado 750 kilos de hachís.

Hay quien se pregunta que hacían tantos kilos de chocolate en un camión del ejercito, que partía desde Melilla rumbo a Almería, para participar en unas maniobras. Claro, puede que no todos sepan que en el ejercito se consume mucha droga. Otros no imaginan a los mandos participando en el contrabando. Atendamos entonces a la explicación de Federico Trillo, quién nos dice que el camión estuvo unos días fuera y que por tanto, cualquiera podría haber depositado la carga en ese camión. Serán las de Almería unas maniobras muy aburridas.

Con lo poco que se le pide a un ministro.

Deberíamos pedirles más, más dinero para Educación por ejemplo. Así no nos secuestran a los niños en los colegios.

Kilobites. Málaga. 20 Noviembre 2002.