El verano pasado, subio el paro

La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al periodo Julio – Septiembre, acaba de hacerse pública. Según se refleja de ésta, actualmente, en el país hay algo más de 2 millones de personas que buscan trabajo. A este indicador cabría añadir que, del total de la población, un 65,7 % se encuentra inmerso en el mercado laboral, es decir, tienen o buscan un empleo.

Al concluir el trimestre, la encuesta nos sitúa ante la tasa de actividad laboral más alta de la historia del país, 16,35 millones de personas. Pero al mismo tiempo, cerramos el ciclo con cerca de 80.000 nuevos desempleados. La economía española, a juicio de los sindicatos, no es capaz de mantener los empleos existentes.

Según la perspectiva, podemos interpretar las cifras de manera distinta. Para los sindicatos y parte de la oposición, la política del gobierno fracasa porque su modelo es erróneo. Desde el gobierno se afirma que la encuesta refleja cosas buenas, y otras malas.

Y es que claro, se crean empleos, pero aumenta aun más el número de parados. El gobierno se fija como objetivo incrementar el empleo en un 1,1 %. Y, al dar una explicación acerca del aumento de la tasa de paro, el Secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, nos advierte que la población activa ha experimentado una subida de un 3,1% en el último año.

Si ambas tendencias, oferta y demanda de empleo, crecieran a un ritmo constante en los próximos años, por cada tres personas que consideraran llegado el momento de trabajar, se crearía un sólo empleo. Y esta es la previsión del gobierno.

La falta de inversión pública complica la posibilidad de equilibrar la oferta y la demanda en el mercado laboral. Si bien, la intervención estatal en esta materia encarece la mano de obra. El modelo neoliberal, subscrito por el Partido Popular, se da buena prisa para hacer leyes que flexibilicen la contratación. Son leyes que dictan como será la relación del trabajador con el capital. Pero al capital se le da libertad, que haga lo que más beneficio le rente. Mucha riqueza sale del circuito mundano de la economía y se pierde por el universo de las finanzas. Hay gente que prefiere que su dinero produzca dinero, antes que cualquier otra cosa, y para ello parece más fiable la actividad bursátil que la empresarial. La primera no necesita trabajadores.

El gobierno tiene un serio problema con el paro. Pero la situación puede empeorar próximamente. La bonanza económica terminó allá por marzo del año 2000. Si el paro continua creciendo y si además suben los precios (IPC), el problema será de la sociedad y la víctima, nuestro nivel de vida.

Kilobites. Málaga. 12 Noviembre 2002.