El Periodismo y la censura – por Francesc Sánchez

En Rusia hay una censura muy fuerte, y el mismo presidente Vladimir Putin la justifica: En la lucha anti terrorista, no se tolerara que ningún medio de prensa les haga propaganda. Nada que cuestione el hacer del gobierno en contra de los chechenos se va a tolerar. Si eso podría ser preocupante para las libertades que corresponden al derecho de tener opción a conocer en Rusia, cuando mas indagamos mas nos preocupamos, y no solo en Rusia si no a nivel mundial.

En el estudio realizado por Reporteros sin Fronteras sobre la clasificación de las libertades de prensa a nivel mundial, nos encontramos muchas sorpresas. Nosotros ya teníamos sospechas e informaciones sobre ello, pero los hechos acaecidos en el teatro de Drubrovka nos han dado empuje para destapar la caja de los truenos. Según Reporteros sin Fronteras en su estudio realizado en base a las respuestas de 50 preguntas realizadas a periodistas, investigadores y juristas, referentes a lo que representan atentados a la libertad de prensa y expresión, como lo son – la existencia de asesinatos o detenciones de periodistas, la existencia de censura, presiones, monopolios del Estado en los medios de comunicación, etc. – , países altamente desarrollados, con un alto nivel económico, en teoría baluartes de las libertades personales y sociales, permanecen en realidad con unas libertades de prensa inferiores a las que gozan países con una peor situación económica. Entrando en materia por ejemplo, Estados Unidos goza de una menor libertad de prensa que la que se vive en Costa Rica, la Italia de Berlusconi y de la Unión Europea ocupa el lejano puesto numero 40 muy por debajo de los países nórdicos de la Unión Europea, o países africanos como lo pueden ser Benin, Namibia o Sur Africa. La España de Aznar, tristemente ocupa el puesto numero 29, compartiendo esa posición con Polonia, por debajo de países latinoamericanos como Chile o Uruguay.

En la zona de más opresión sobre los medios se sitúan según el informe, Cuba, Bután, Turkmenistan, Birmania, China y Corea del Norte, en las antípodas de ellos, Finlandia, Islandia, Noruega, Holanda, Irlanda y Alemania son ejemplos de una buena salud en la libertad de prensa. Si bien es cierto que entraría dentro de la lógica de lo comprensible que el control de la prensa sea total en países donde existen dictaduras, y en países punteros económicamente y socialmente suceda lo contrario, las inquietantes malas posiciones en cuanto a la falta de libertad de prensa de diversos países con una buena situación económica y social, en comparación a otros, nos hace ver una cierta ilusión democrática. Las guerras a lo largo y ancho del mundo, o los sistemas de gobierno autoritarios, con sus dictaduras, son factores que hacen menguar la pluralidad de la prensa, cuando no hace que directamente se ponga esta al servicio del bando más poderoso. En países donde eso no sucede quizás no haya muertes o encarcelamientos de periodistas, pero la manipulación de los medios, bajo censura directa o indirecta, bien sea por grupos de poder mediático, poder económico, o por parte del gobierno, me temo que es un hecho mas que contrastado. En otro estudio realizado tiempo atrás por PR Noticias sobre la censura existente en España, una abrumadora mayoría de periodistas consultados denunciaban la manipulación de la información en los medios españoles.

Si en nuestro país sigue siendo tabú, el hablar de la figura pública del rey como lo puede ser en Libia hablar de Gadafi, no es menos censurable la falta de objetividad en temas de importancia de estado, donde dependiendo de la ubicación geográfica o accionarial nominal del medio de prensa, se ven importantes diferencias en el trato informativo. En España donde se vive una partitocracia, en la que en el pasado con el gobierno del PSOE, los grupos de prensa cercanos a ese partido político gozaron de un mas que posible trato de favor, tras la caída del felipismo con la aparición de múltiples casos de corrupción y terrorismo de estado, sacados a la luz por medios como El Mundo, hoy se vive algo semejante con el gobierno del Partido Popular. Con la batalla digital aun por terminar entre el grupo PRISA y el grupo Telefonica ( hoy en manos de la derecha), y la concentración de medios en manos de grupos de poder cercanos a la derecha se ha monopolizado la información haciendo peligrar seriamente la pluralidad en este país. Huelgas que no han existido, manifestaciones minimizadas, muy pocas voces disconformes con el gobierno en las pantallas de televisión o en la prensa escrita, han sido unos claros ejemplos. Esperemos que ciertas informaciones aparecidas en IBLNEWS sobre el posible cierre de la herramienta de búsqueda Google en España por contener en su cache la página web del partido político cercano a ETA, Batasuna, solo sean rumores, de lo contrario se estaría violando la libertad individual de todos los españoles no solo de no poder visitar ese espacio web, si no de dejarles sin la herramienta de búsqueda más extendida en el mundo solo censurada por China. Tampoco se nos escapa la criminalización y correlación que hacen algunos medios, de grupos antisistema o antiglobalición con grupos violentos. Sin saber si España va en el terreno de las libertades individuales hacia países donde existen regímenes autoritarios y dictaduras como en China o Irak, volvemos de nuevo nuestros ojos hacia Rusia, país que destapo la caja de los truenos para nosotros.

La nueva Rusia que dejo el régimen del partido comunista atrás, desmontando la Unión Soviética, hoy se acerca a occidente, y parece que su gobierno hace lo que se le antoja, nuestros gobiernos occidentales, hoy ni se inmutan de lo que esta pasando en ese país cuando tiempo atrás despotricaban como caballos furiosos condenando las vilezas del estado comunista. Por ello, es bien cierto que en países dictatoriales, situados en el llamado eje del mal no existe esa saludable pluralidad que ejerce la libertad de prensa, pero pensemos que todo depende de los intereses creados con nuestros gobiernos a la hora de condenarlos o no oficialmente. Tampoco olvidemos que en nuestras democracias occidentales existen grupos de poder y presiones políticas que impiden una fluidez periodística, que quizás en el caso concreto de España hubo tiempo atrás durante el periodo de la transición, en ese periodo todo parecía posible, ahora nos hayamos ante la disyuntiva de quedarnos impasibles viendo como volvemos hacia atrás o sencillamente hacer nuestro trabajo. Nosotros apostamos por lo segundo por simple coherencia y principios.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona. 4 Noviembre 2002.