Confluencias Fronterizas

En el suelo polvoso del cementerio paupérrimo de Pima, Arizona, un sobre de plástico queda clavado al suelo. Poco a poco blanqueada por el ardiente sol, una papeleta insertada en el sobre informa en letra desvaneciente: Jane Doe ( Juana Fulana; i.e., persona desconocida) No. 13 – Apx. 27 años – Fallecido: mayo 2001 – Lugar: Sells, Az.

Nadie sabe de donde procedía la indocumentada, si era mexicana, guatemalteca o san salvadoreña; si venia a solas o si fue abandonada por sus co-inmigrantes; si esperaba reunirse con familia o si huía de una persecución pueblerina o estatal. Se sabe nada mas de que fue un ser que murió en el camino hacia la sobrevivencia.

En 1994, el gobierno federal estadounidense, reaccionando a presiones políticas, decidió redoblar sus esfuerzos contra la inmigración ilegal que venia desde México. El resultado, en Nogales, la principal ciudad fronteriza en el estado de Arizona, fue el cierre de varios desfiladeros que corrían por esa ciudad.

Otro resultado de la iniciativa federal fue que la inmigración migró hacia el este – hacia al vasto desierto sonorense – que, al lado estadounidense, abarca la zona forestal de Organ Pipe National Forest y la reservación indígena O’odham donde viven aproximadamente 23.000 indios Tohonos. El desierto es parecido al mar. Primero, aparece como un monótono elemental que se estira hasta el horizonte. Conociéndose más, el desierto revela su espectro animado – muchas veces inmediatamente debajo la superficie – pareciéndose más como un ecopolis ruidoso y activo. Se revela también traicionero. Lo que parece estar a unos pocos kilómetros resulta estar más allá de los esfuerzos; y de un momento a otro la temperatura puede traspasarse del fresco al fuerte frío o del caliente a al calor abrasador. Y no hay agua.

Los indios de O’odham se quejan de que los “ilegales” entran en sus casas para robar ropa o comida. Sin embargo, cuando encuentran a un indocumentado herido o deshidratado lo llevan a la clínica de la reserva para tratamiento. El gobierno federal no reembolsa los gastos médicos sin que los indocumentados estén bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza. Como los indios de O’odham, rehusan entregar a los indocumentados a las autoridades, su clínica continua operando bajo déficit.

En 2001, un culto evangélico comenzó a montar estaciones de agua en el desierto. Las estaciones están marcadas con una alta bandera azul y, por lo que se dice es un convenio tácito, la Patrulla Fronteriza no se acerca a ellas. Otros manifiestan que la Patrulla Fronteriza no se acerca simplemente porque ha dejado de patrullar el desierto para concentrar sus esfuerzos en las zonas urbanas. Según ellos, la estrategia se basa en el cálculo de que la zona desierta es tan inhóspita que pocos lograrían traspasarlo. “La Migra” – el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) – niega el cinismo brutal de haber planeado el forzar que los inmigrantes corran riesgos fatales para entrar al país; pero es innegable que sin patrulla tampoco hay rescate. Por consiguiente, otro grupo evangélico ha comenzado la Patrulla Samaritana que transita la zona fronteriza en vehículos equipados de agua y otros primeros auxilios.

No obstante estos esfuerzos, el número de inmigrantes que se han muerto de sed ha aumentado de manera radical. Las estadísticas son inciertas pero, según una evaluación por el Arizona Star, en 1998 se reportaron 11 muertes; en 1999, 29; en 2000, 74; en 2001 78 y, hasta la fecha en este año, 133. Durante el mismo periodo, el número de cruzadas en la zona ha disminuido de 387 mil en 1998 a 327 mil en el año actual. Resulta pues que el número de muertes a aumentado de 2.8 por 100 mil hasta 40.6 por 100 mil en el mismo periodo.

Además, las zonas mas cruzadas y que más necesitan estaciones de agua estan situadas en la reservación O’odham, y los Tohonos – que en un aparente celo para su reservada soberanía – rehusan de permitir que los evangélicos monten sus estaciones en territorio indio.

Otros, sintiéndose perjudicados más por la soberanía estadounidense en frente a la invasión mexicana han inaugurado La Patrulla Fronteriza Americana (PFA), una especie de vigilancia ciudadana. Según Glenn Spencer, el fundador de la PFA, “Un desastre de proporciones bíblicas enfrenta a los Estados Unidos y logrará destruir a la soberanía nacional si la frontera con México no es controlada estrictamente.”

Para evitar al Apocalipsis Mañana, la PFA planea una red de centinelas fronterizos equipados con los últimos juguetes tecnológicos – incluso el avión de Spencer – para captar a intrusos en cyber o en hardcopy (copia-dura). La PFA mantendrá una base de datos de “intrusos” fronterizos (Border Intrusion Reporting Data system). También se utilizaran webcams para difundir intrusiones en realtime (tiempo real) por el internet – lo que se podría llamar streaming on the streaming – el propósito del cual es postuladamente la “educación” del público por medio de una “información instantánea” sobre “asuntos fronterizos”.

En cuanto a carne y hueso, la PFA avisará a la Patrulla Fronteriza (la oficial) de intrusiones activas; y cualquier inmigrante detenido por la PFA será entregado a las autoridades. (En los EE.UU se permite el arresto privado o citizen’s arrest.) Añaden en su página web: “En caso de intrusiones muy grandes o de un evento afuera de lo ordinario, como por ejemplo la involucración del ejercito mexicano (sic!), la PFA despachará a voluntarios o miembros de equipo para obtener reportes de primera mano y/o grabaciones en vídeo.”

Los soldados en esta patrulla se auto denominan como Hawkeyes (ojos de halcón), antiguo término indio para exploradores. Los inmigrantes quedan tildados como SBI’s – Suspect Border Intruders (Sospecho Intruso Fronterizo). Un ejemplo de los reportes de último minuto:

N 31º 20.053 W 109º 47.434 – 2.24 pm October 20, 2002: Un ojo de halcón de la PFA ha reportado el descubrimiento de pisadas pertenecientes a cinco SBI’s … comprobando que cinco personas entraron a los Estados Unidos….” El reporte esta acompañado por una foto de dos vehículos ATV en la base de un montículo rodeado de artemisa.

Más pro activos son los miembros de Ranch Rescue (Rescate de Ranchería) que, en el mismo día, arribaron a la frontera entre Sonora y Arizona – armados con rifles y pistolas, y vestidos de camuflaje militar – en espera, según la prensa mexicana, de “cazar” a personas que cruzaban a la frontera de manera ilegal. Ranch Rescue se fundó en 2000 con el objectivo principal de prevenir y hacer reparaciones a daños causados por el flujo de inmigrantes a través las cercas rancherías. Pero RR se ha vuelto más militar. Este mes, fingiendo ser operativos oficiales, los miembros del RR se instalaron en una reserva ecológica mantenida por Nature Conservancy (una organización para la conservación de los recursos naturales). Por casualidad, una treintena de “mulas” – traficantes de drogas – traspasaban la reserva al mismo tiempo, y los vigilantes del RR lograron capturar 200 kilos de marijuana, hecho que les reporto una gran propaganda en la prensa. El aguacil del condado, Tony Estrada, se preocupa por las actividades del Rescate Ranchería. Esta bien, dice, interceptaron un convoy de drogas, pero Estrada anticipa que puede resultar problematico cuando intentan interceptar a los convoyes de personas.

Mientras estas hazañas ocurrían en el desierto, el tribunal federal de apelaciones, asentado en San Francisco, aplastó un juicio en contra de un cierto Alejandro Pacheco Medina por haber “entrado” ilegalmente a los Estados Unidos. Resulta que dos días después de su deportación a México, Pacheco Medina regresó a los EE.UU escalando el muro y saltándose en lo que resultaba ser el parque de estacionamiento de unas oficinas de la Migra. Un agente fronterizo, patrullando en bici, tuvo a Pacheco en su vista desde el momento en que planto pie al otro lado de la frontera. Pacheco comenzó a correr, pero el agente lo alcanzó, y Pacheco fue detenido de nuevo. La corte dictó que aunque Pacheco había entrado en el país en mero sentido físico, no había entrado en contemplación de la ley porque según el caso de Ex parte Chow Chok, 161 F. 627, 628-29, (N.D.N.Y.), aff’d, 163 F. 1021 (2d. Cir. 1908) para entrar en el sentido legal no es suficiente cruzar una línea fronteriza, pero es menester disfrutar de una oportunidad para mezclarse y establecerce entre la población general estando libre de toda restricción y vigilancia. Desde que Pacheco entró en el país no estaba en libertad y, por consiguiente, nunca entró. (United States vs. Pacheco-Medina (9th Cir. 2000) __ F.3d __ Case No. 9950414 filed 21 May 00 http://laws.findlaw.com/9th/9950414.html ).

¿Habría entrado Jane Doe No. 13? ¿Que paso con los cuatro muertos encontrados encerrados en un vagón de ferrocarril a lo largo de 4 días de viaje al norte en el estado de Iowa, ¿fueron cruelmente traicionados por sus coyotes? …esos malinches del despido.

(La Malinche: guía, asesora y amante india quien dio la bienvenida al indocumentado Hernan Cortez, y cuyos esfuerzos eran indispensable para la conquista española de Tenochtitlán)

De todos modos, no obstante los esfuerzos del gobierno federal para detectar y deportar a los llamados “ilegales”, varios estados y autoridades locales se desempeñan en documentar a los indocumentados para facilitar su “entrada”. El gobierno mexicano se ha esforzado para convencer a las autoridades locales de reconocer la matrícula consular como documento válido y legal de identificación. Hasta la fecha, 801 departamentos de policía y 66 bancos – incluso algunos de los más grandes del país – han decidido aceptar la matrícula como documento legítimo, lo cual permite que los indocumentados abran cuentas bancarias, obtengan credenciales para utilizar servicios públicos, etc. Actualmente, la legislatura de Georgia debate un proyecto que permitiría a trabajadores indocumentados obtener una licencia para usar en base de su documentación extranjera. La medida es importante porque en un país que falta la tarjeta nacional de identificación, las licencias de uso (otorgadas por los estados) sirven en gran parte para los mismos fines.

Este mismo mes, el gobernador de California, Gray Davis, quien se encuentra en campaña para su reelección, vetó el proyecto de una ley parecida en California, lo cual provocó una intensa ola de protestas por parte de organizaciones latinas y reportó también en la pérdida de apoyo por parte de legisladores demócratas liderados por Cruz Bustamante, el Presidente de la Asamblea legislativa. El veto no le costará la elección a Davis, pero el “mensaje” ya se hizo oír y lo más probable es que este político – caracterizado por su absoluta y plena falta de convicciones personales – no se oponga de nuevo en cuanto la incitativa resurja en la sesión legislativa entrante.

¿Porqué será que las autoridades locales trabajan en el sentido contrario al gobierno federal? (suponiendo siempre que el gobierno federal trabaja todo de un sentido por si mismo). Porque los estados, los condados, los departamentos burocráticos, los bancos, las empresas, los agricultores, las clínicas, y últimamente, los individuos están animados por sus propios intereses y preocupaciones, las cuales tienen poco que ver con ese concepto mítico llamado el “interés nacional”.

A la policía local no le importa un pito el desorden internacional. Si el testigo de un crimen es un indocumentado, de ningún modo lo van a deportar…. Al contrario, intentaran “regularizar” su estado para que ayude en la investigación. Si una embarazada ilegal llega a la clínica en el momento del parto, lo que importa a los doctores es dar vida a un nuevo ciudadano americano (Born in the USA! como cantaría Bruce Springstein), y luego rellenar los espacios en blanco en las solicitudes de cualquier manera. A los agricultores, lo que les importa es su cosecha; a los banqueros sus depósitos, y tener a mano esa corriente de millones y millones de dólares enviados anualmente hacia “el sur”. Y hasta a los sirvientes públicos lo que les importa es tener sus sirvientas o nannies privados que – ¡Válgame Dios no tenía ni Idea! – pasaron sin papeles.

Nadie sabe cuantos pasan a los Estados Unidos sin papeles por año. Pero, la pregunta es soslayada, porque en realidad la frontera se cruza en ambas direcciones; y nadie sabe tampoco cuantos “ilegales” recuperan su legalidad regresando a México, o por cuanto tiempo permanezcan ahí antes de ilegalizarse de nuevo regresando a los EE.UU.

Por el lado americano la cuestión más apropiada sería cuantos indocumentados entran ( en el sentido legal) a los Estados Unidos; y al respeto, se calcula que cada año aproximadamente son 800.000 personas, de quienes 96% son mexicanos, entran al país con la intención ( mas o menos realizada) de permanecer aquí mas o menos permanentemente. Pero el hecho de que hayan entrado tampoco significa que no regresan a su otro país. En la época del ultra-nacionalismo priista, se despreciaba a aquellos que “dejaron su propia tierra” ( no obstante morían de hambre en México). Hoy día, el gobierno mexicano reconoce la doble nacionalidad y las oficinas consulares se dedican a refortalezer las vinculaciones con los co-nacionales mexicanos. Distinguidos de los inmigrantes de antaño, quedan entre el – entrar y el no dejar.

Pero lo que no dejan varía. En el Valle de San Joaquin, en California, existen comunidades indígenas oaxaqueñas que mantienen contacto con sus pueblos de origen y les envían cantidades de dinero para que realicen proyectos comunitarios – sea un drenaje, un camino o una escuela – . Pero el co-nacional mexicano que quiera hablarles en español se quedará sorprendido: hablan su idioma mixteca o el inglés; pero el español les ha dejado de servir. Sería un caso excepcional, porque el español es la segunda idioma de facto de los Estados Unidos. De todos modos la viñeta ilustra el error de imponer categorías demasiado fijas sobre una realidad que no es fija si no fluida.

Se podría decir que lo que estamos percibiendo a lo largo de la frontera es la convivencia de una reconquista. No es la reconquista de la hispanidad del estado burgués mexicano pero si una reconquista en que Jane Doe No. 13 era soldadera, y en la cual cada uno de los cids descamisados que van hacia el norte también son víctimas desplazadas por la invasión del capital bárbaro hacia el sur. No es la convivencia de la política y el pensamiento correctos con sus fantasías sentimentales, pero si es una confluencia conflictiva entre millones y millones de pensamientos, esperanzas, necesidades, y miedos particulares – lo que Tolstoi llamaba el insalvable calculo de la historia.

En realidad, la llamada frontera no es más que el eje permeable de un yin-yang económico demográfico el cual siempre – ya en los tiempos de los reyes españoles, cuando la frontera estaba un poco más para allá – ha existido más in mente que in sensu.

Bravo. San Francisco. California. 2 Noviembre 2002.