Wrong is right es el titulo de una buena película de Richard Brocks interpretada por Sean Conery… A pocos días del primer aniversario de los increíbles atentados de las Torres Gemelas provocados por auto inmolados desconocidos, George W. Bush y Tony Blair hablan sin tapujos de un inminente ataque militar contra Iraq. Este país es integrante del eje del mal y esta considerado una amenaza muy peligrosa para el mundo libre. Wrong is right se ha puesto en marcha para esta nueva guerra, los medios de comunicación la harán posible.
En la película de Richard Brocks – llena de sarcasmo y detalles acojonantes-, aparece un enemigo de un país imaginario igual a Sadam Hussein, una guerra creada para ganar unas elecciones presidenciales, unas bombas que nunca salen del búnker del malvado, y otras -que no se sabe muy bien de donde salen- que terminan en la antena de las Torres Gemelas. La película es del año 1979, lo cual hace que todo esto sea realmente inquietante, más cuando el hilo conductor de la película es la manipulación de los medios de comunicación en un mundo controlado por los servicios secretos norteamericanos. Sé de buena tinta que pecar de conspiranoico es un grave error, pero igual de grave que el pecar de falta de critica ante lo presentado como correcto o bueno right cuando bien podría ser incorrecto o malo wrong.
La pasada guerra del Golfo Pérsico representó un escenario idóneo para traernos la guerra a nuestros televisores. El plató de televisión que representó la guerra del Golfo Pérsico con sus personajes bélicos, sus incursiones, sus bombas inteligentes entrando por las ventanas de las fabricas de armamento, etc… Todo ello, se nos presento como una gran hazaña de los medios de comunicación a la hora de informar sobre lo que esta pasando, ¿pero todo fue correcto?
Años después de la guerra del Golfo Pérsico, fuera correcta o incorrecta, mostrada tal cual o mostrada en parte, Iraq sigue con un embargo que mata en vida a toda su población. Cierto que Sadam Hussein es un dictador, que no parece ser precisamente un buen hombre, ¿pero por extensión su pueblo tiene la culpa de ello? Si no la tiene, ¿para que hacerlo vivir en la mas absoluta de las miserias? Más aún, si verdaderamente era una amenaza ese individuo, ¿por qué no se le quito de en medio en su momento?
Pasó el tiempo y pasó la desgracia del 11 de Septiembre. George W. Bush dió un flamante discurso patriótico en el Congreso de los Estados Unidos, discurso de toma de posición ante el mundo, discurso peligroso: o estáis con nosotros o contra nosotros, la declaración de la guerra global del imperio. Tony Blair – perplejo, atónito, pero creyente- estuvo allí con su esposa, por lo tanto es muy normal que hoy este a la par con George W. Bush, si hace falta derramar sangre británica se derramará dice Tony.
Poco después empezó la guerra de Afganistan para buscar a Bin Laden y sus compinches de Al Qaeda. Afganistan un país subdesarrollado en manos de los señores de la guerra y los talibanes no cedió ante las pretensiones norteamericanas, o así se nos dijo. EE.UU arrasó ese país lleno de opio y gas matando a toda fuerza que representase poder no amigable. Las bombas inteligentes mataron a muchos civiles, igualando así el numero de bajas de las Torres Gemelas. Cientos de talibanes –por denominación del invasor- fueron transportados como ganado al caribe. En la base norteamericana de Guantanamo, sin ningún derecho en un limbo legal se hacinan como animales los cabeza de turco apresados en Afganistán. En cuanto al protagonista Osama Bin Laden, vivo o muerto se encuentra en paradero desconocido. Vayamos ahora a los hechos que nos atañen: al más que probable ataque a Iraq.
Según Colin Powell, Iraq fabrica armas de destrucción masiva: bacteorologicas, químicas y nucleares, a la par que puede ser refugio y sustento de grupos terroristas, por ello la intervención armada que podría acabar con el régimen de Sadam Hussein esta más que justificada. El gobierno iraquí aunque es beligerante, como cabria esperar de cualquier gobierno autoritario o simplemente digno ante tal amenaza exterior, ha accedido a que los inspectores de la ONU inspeccionen lo que quieran. Pero para George W. Bush no es suficiente, porque lo necesario es hacer funcionar la Libertad Duradera y ella no entiende de diplomacias y dialogo. La lógica de la Administración Bush, al igual que en los animales depredadores, se basa en los ataques primarios y primitivos: ataque, destrucción y expolio, más petrodólares y más leyes de mercado a medida. Es la guerra global.
Iraq es un país hundido en la miseria. Cuando termino la Guerra del Golfo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impuso un embargo comercial sin antecedentes en la historia, a un país industrial y rico en recursos energéticos pero pobre en recursos alimenticios. Iraq solo ha podido vender su petróleo a las Naciones Unidas a cambio de alimentos y algunas raquíticas medicinas. El integrismo islámico y el odio hacia los EE.UU han aumentado de forma considerable, la popularidad del régimen de Sadam Hussein, también. Once años de miseria extrema han generado lo inimaginable en Iraq, y ahora por si fueran poco las calamidades de los iraquíes, estos pueden verse abocados a una nueva guerra. El Pueblo, sea el que sea, siempre paga los platos rotos, las maltrechas relaciones diplomáticas de los políticos son las bombas sobre sus cabezas.
Un número considerable de países de la Unión Europea están en contra de una nueva intervención militar sobre Iraq, pero eso es hoy, mañana ya lo veremos. En cuanto a los medios de comunicación –ya hoy– nos recuerdan día a día el pasado 11 de Septiembre, no tanto los pasados meses de horror en Afganistán. Poco falta para que nos muestren, vendan, la justificación de la guerra contra Iraq, excusas y mentiras que bien posible se anuncien después del discurso de aniversario de George W. Bush, porque señores: Wrong is right.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona. 7 Septiembre 2002.
Equipo de Redactores, El Inconformista Digital.