La caja 507

España. 2002.
Dirección: Enrique Urbizu
Guión: Enrique Urbizu, Michel Gaztambide
Interpretes: Antonio Resines, José Coronado y Goya Toledo.

Con aires policíacos, Gaztambide y Urbizu nos sumerge en una trama calurosa en la costa del sol, Modesto (Antonio Resines) es el director de una sucursal bancaria y con un drama familiar que lo marca, la muerte de su única hija en un incendio forestal.

La base de la historia es el hallazgo de unos papeles en una caja que implican a una empresa en la compra de los terrenos donde se produjo el incendio, Modesto buscará a los culpables, los presuntos asesinos que quemaron el bosque para la instalación de una mafia italiana en la costa del sur de España.

Rafael (José Coronado) es ex policía y propietario de los papeles, él buscará a toda costa dichos documentos.

Un guión sólido y un film brusco, seco, bajo el agobiante sol de Málaga, ver el film es como arrastrarse por un camino de tierra y piedras bajo la pesada manta del sol andaluz, hay algo perturbador, una angustia encerrada, una estética dura, sin sentimientos, donde la muerte es compañera sorpresiva y traidora.

Hay que admitir que la película no va mas allá de lo visto y acontecido, no logra emocionar especialmente al espectador ni tiene donde identificarse.

Quizás se pueda sentir alguna simpatía hacia Resines y su historia de hombre normal y tranquilo en busca de justicia, pero nunca se involucrará el espectador, se mantendrá neutro por que ambos son hombres con un dolor interno y ambos son capaces de pagar con sangre por conseguir su fin.

Resines y Coronado, ambos excelentes en esta cinta, muestran sus personajes poca expresividad en un lugar donde mostrar tus sentimientos es signo de debilidad, la desesperación y la búsqueda de justicia son las únicas armas sentimentales.

Un buen trabajo bien cerrado, una dirección efectiva y un guión más que decente. Comparando ciertos productos de la cartelera con este guión y en general esta película que nada le tiene que envidiar a las demás importaciones hollywoodienses.

Aunque se trate de una trama dura sin moralejas ni mensajes, aconsejo su visionado y contribuir así por un buen cine español y de calidad, para conseguir una industria sólida de buen cine y entretenimiento.

Vibrissae. Sevilla. 7 Septiembre 2002.