Los exámenes de septiembre – por Francesc Sánchez

Viene la época donde los buenos estudiantes se preparan para iniciar sus exámenes resultado de los cuales hará depender en mayor o menor grado su futuro académico y social el resto del año. Siempre me causaron simpatía estos exámenes a los que acuden miles de estudiantes a la desesperada para saldar su cuenta con la justicia social, que les brinda una nueva oportunidad para evitar que caigan en la marginalidad y sean buenos ciudadanos de nuestra sociedad y sistema.

Dando ya por hecho que nuestro sistema educativo tenia problemas, y ahora con las nuevas leyes de educación tendrá más, es bien triste pensar que en la enseñanza media los exámenes de septiembre brillen por su ausencia, no creo yo que con ello nuestro gobierno quiera enviar a la marginalidad o al mundo laboral precario a una gran cantidad de jóvenes, supongo que será cosa de una nueva filosofía de entender la educación, como algo progresivo en el conocimiento, aunque este sea de la nada.

Los exámenes de septiembre siempre han valido menos aunque el esfuerzo haya sido el mismo, parece que algún tipo de moral cristiana premie con notas mas altas a los que se examinan en junio y mas bajas a los que lo hacen en septiembre. Como no hay moral cristiana que sin mercado funcione, me viene a la cabeza el criterio de elección de estudiantes por parte de las universidades, no es mas que conocimiento de mercado que concede plaza al que mejor nota tiene en junio, y nada al que se examine en septiembre porque normalmente las plazas se han terminado en los estudios que desea.

Si mantenemos que nuestro sistema de educación fue malo, y es malo, sorprendentemente podremos hacer la afirmación de que los mejores estudiantes son los que se presentan en septiembre, y es natural porque no se han podido adaptar a unos estudios malos, en cambio los buenos estudiantes que han sacado buenas notas en junio sencillamente han adaptado su mente a unos planes de estudio malos, en definitiva se han vendido a lo establecido, los de septiembre son los antisistema que piensan que otro conocimiento es posible. No piensen que estoy exagerando o inventando, infórmense de quien realmente ha conseguido hacer algo en la vida que este vinculado con sus estudios, quien ha tenido más alma, el estudiante modelo, o el que ha ido viento y marea contra la establecido consiguiendo sus metas particulares. Hablo de metas particulares porque para el buen estudiante, el de septiembre, la sociedad no le puede ofrecer nada porque este no se vende como lo hacen los estudiantes modelo. Nuestros estudiantes de septiembre, tengan lo que tengan podrán decir que su vida es mas suya y mas digna, por lo contrario los estudiantes modelo nunca se moverán de lo establecido, sean lo que sean, todos acabaran casados, con coche, hipoteca, yendo a la iglesia los domingos, y votando a los partidos conservadores.

Por ello nuestro gobierno, tengo la inquietante sospecha que eliminando el septiembre de los estudios medios quiere enviar a la marginalidad a los mejores estudiantes, se quiere quitar de encima a todo aquel que cuestione lo establecido asegurándose así una sociedad sin demasiados cambios, y seguir así al servicio de quienes les han colocado ahí: los poderosos de siempre, los que sus hijos no se presentan a los exámenes ni en septiembre ni en junio, sencillamente: compran los títulos.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona. 2 Septiembre 2002.