El mapa político de Latinoamérica ya no será el mismo. Probablemente EEUU vea derrumbarse su proyecto de realizar el ALCA (Asociación de Libre Comercio de las Américas) para el año 2005, si se llegan a cumplir los pronósticos electorales en Argentina y Brasil.
Argentina, país destruído económica, política, y socialmente, parece no haber aprendido la lección de la historia, y nuevamente se encamina hacia el populismo salvaje. Adolfo Rodríguez Saá, gobernador por 18 años de la provincia puntana de San Luis, y presidente por una semana en enero de este año, lidera todos los sondeos electorales en el país rioplatense. Si bien su respaldo electoral es a primera vista pequeño (alrededor de un 15%), supera a sus dos principales rivales: Elisa Carrió, líder del partido izquierdista ARI, y Carlos Saúl Menem, presidente entre 1989 y 1999, uno de los responsables de la actual crisis.
Menem, que parecía como favorito hace un mes, se derrumbó tras dos escándalos consecutivos: primero el rumor de que Irán le habría pagado una importante suma de dinero con tal que callara la implicancia del estado iraní en el atentado a la AMIA (una mutual judía en argentina) en el 1992; y segundo la confirmación que Menem y su familia poseen numerosas cuentas en bancos suizos. La clase política argentina subestima de tal forma la inteligencia de su pueblo, que la ex-esposa de Menem, Zulema Yoma, dijo que se enteró que tenía una cuenta en Suiza a su nombre por medio de la prensa.
Adolfo Rodríguez Saá recuerda al Menem de los primeros años en varios aspectos, sobre todo en su discurso populista y en las denuncias presentadas en su contra sobre enriquecimiento ilícito mientras fue gobernador provincial. Lo que seguramente más votos aporta a este simpático candidato, son sus heroicas palabras en su discurso de asunción de la presidencia, cuando anunció el inmediato cese de pagos de la abultada deuda externa argentina. Rodríguez Saa ha logrado rodearse de un grupo de pintorescos y variados colaboradores de todas las tendencias ideológicas: desde integrantes del movimiento piquetero, hasta ex-militares golpistas de mano dura como Aldo Rico, pasando por el poderosísimo líder sindical Hugo Moyano.
Mientras tanto, en Brasil, tres candidatos con chance de ganar se disputan la presidencia, aunque Luis Ignacio Da Silva, Lula para los amigos, se confirma como el mas posible ganador de la contienda. Lula, que participa en su cuarta campaña electoral consecutiva, parece tener las de ganar en esta ocasión, en la cual ha moderado radicalmente su discurso izquierdista. Frente a él tiene a otros dos candidatos a tener en cuenta: el también izquierdista Ciro Gomez, que llegó a aventajarlo en las encuestas el mes pasado, y el oficialista José Serra, muy por debajo de los otros dos pero que crece en cada encuesta. La nueva imagen de Lula ha resultada en críticas provinientes de los radicales de su partido, sobre todo desde que admitiera que el gobierno militar que gobernó el país en los 70s tuvo sus aciertos.
Ambos posibles presidentes, Rodríguez Saa, y Lula, son defensores del Mercosur y opositores al ALCA. Tienen una visión nacionalista y antiestadounidense. Si llegan a triunfar, podrían destruir la esperanza estadounidense de un mercado común desde Alaska a Tierra del Fuego liderada por Washington, su respuesta a la Unión Europea. Argentina, y sobre todo Brasil, son piezas clave para desarrollar este ambicioso proyecto. Así que no podemos descartar que EEUU intervenga para evitar estos acontecimientos. Ya es costumbre por estos pagos y a nadie le sorprendería si volviera a ocurrir.
Marcomic. Montevideo. 2 Septiembre 2002.