Ya se empieza a coger algo de perspectiva sobre la confrontación hispano marroquí por un islote deshabitado y situado a 200 metros de la costa de Marruecos, a 7 km de Ceuta y a 14 km de la Península. Ya se empieza a ver que el delirante chovinismo hispano se ha equivocado de medio a medio en su contra acción en Perejil.
A Aznar y a su Gobierno les ha salido mal la maniobra, han picado en la provocación marroquí, y ahora el tema ya si apenas sirve para reforzar el ego patriótico de consumo interno. Impresiona ver lo bien que conocen a Aznar fuera de nuestras fronteras y como han previsto sus reacciones. No se han equivocado, el Jefe de Gobierno español ha hecho lo que su nacional-catolicismo le ha dictado desde su conciencia en una reacción visceral y se ha dejado el cerebro pensando en otros temas. La verdad es que llegar a las puertas de una guerra con Marruecos por Perejil sitúa a Aznar como un tipo peligroso que puede llevar a España donde no debe nunca ir ,aunque las tensiones sean fuertes y vengan de lejos, por temas de menor importancia que luego resultan ser lo que no aparentaban en un principio. Como vulgarmente se dice, a Aznar se la han metido doblada.
Veamos los hechos bélicos fundamentales. El 11 de Julio, un día después de la remodelación del gobierno del PP, 6 gendarmes marroquíes, policías, mal uniformados y con viejos subfusiles, montan una tienda de campaña en la Isla Perejil y plantan la bandera marroquí. El 16 de Julio los gendarmes son relevados por 12 infantes de marina. 17 de Julio, un día antes del horrible aniversario, 28 boinas verdes apoyados por helicópteros, y un fuerte despliegue de la marina española como en días anteriores, desalojan a los 12 infantes marroquíes en una acción militar y colocan la bandera española. Los 28 boinas verdes son relevados por 75 legionarios. El 20 de Julio, los legionarios abandonan la Isla como consecuencia de un acuerdo con Marruecos propiciado por Collin Powell, Secretario de Asuntos Exteriores USA.
Mientras el Ministro de Defensa Trillo se desbarata contando en la TV su versión de la batallita y hace soñar a viejos militares y a integristas coloniales con un renacer de los días españoles en Africa, Francia frena un comunicado de la UE en apoyo de España. Singular importancia tiene esta acción francesa como principal aliado de Mohamed VI en Europa. Toda una demostración, la intervención francesa, de que Francia tiene sólidos intereses en el reino alhauita que no está dispuesta a perder. Por otra parte, USA iguala al mismo nivel los intereses de Marruecos y España en la disputa. Dos palos difíciles de digerir que pronto encontrarán explicación en la aparición de petróleo en el subsuelo saharaui que reivindican tanto Marruecos como el Frente Polisario. España es el único país occidental que oficialmente defiende al Frente Polisario y la creación de la República Arabe Saharahui, junto a Argelia. Por otra parte, USA y Francia defienden la anexión del Sahara Occidental por Marruecos. Tanto compañías petroleras norteamericanas como francesas tienen firmados contratos de explotación petrolífera en el Sahara Occidental cuando todo se consuma.
Ahora España, con el orgullo de su inútil victoria militar bien alto, tiene que ir a negociar a Marruecos la paz colonial del Perejil, volver al status quo anterior al 11 de julio, a cambio de una modificación de su postura de apoyo a la creación de la República Arabe Saharui. Tiene que negociar a cambio de su actitud en Perejil el abandono de los pobres del Frente Polisario. A tal fin, España manda el 22 de Julio a su Ministra de AA.EE, Ana Palacio, a negociar en Rabat aunque todo esté ya pactado. Una de mal entendido orgullo nacional a cambio de petróleo. Magnífico cambio para quien se lleva el petróleo. Diferente hubiera sido si España no hubiera hecho ni caso de la acción inicial marroquí con sus 6 gendarmes. Podría no haberle dado ni la menor importancia. Al fin y al cabo, en Perejil solo viven las cabras y las lagartijas y los gendarmes se hubieran ido solitos en cuestión de pocos días. A Marruecos no le interesaban las colonias españolas en su territorio en esta ocasión. Eran tan solo la perfecta excusa para hacer rectificar a España una postura de tradicional ayuda al pueblo saharahui que va a ser desmantelada próximamente. Seremos testigos.
Rasputin. Valencia. 22 Julio 2002.