Al contrario de los afirmado anteriormente por el FMI la crisis económica argentina no ha tardado demasiado en arrastrar al resto de la región. Dos socios del Mercosur (Mercado Común del Sur), Brasil y Uruguay ven a sus economías desplomarse, mientras esperan algún tipo de ayuda económica del Fondo Monetario Internacional que logre aliviar la presión.
El pasado martes el gobierno uruguayo decidió decretar el feriado bancario (vigente hasta el próximo viernes inclusive) para evitar el colapso del sistema financiero ante la fuga de depósitos a bancos del exterior, principalmente de capitales argentinos que habían depositado su capital en la banca uruguaya tras la debacle de la economía argentina. Se ha llegado a rumorear mucho sobre la imposición de un corralito en Uruguay, cosa que el Ministro de Economía Alejandro Atchugarry ha negado enfáticamente. El dólar también se disparó y pasó de los 28 pesos uruguayos a 35 en pocas horas. El FMI ya ha prometido al gobierno uruguayo un préstamo para aliviar la presión pero aún se desconoce el monto y la fecha de entrega del mismo.
La economía brasileña también se derrumba. El índice de riesgo país alcanzó los 2.500 puntos y el real bajó hasta alcanzar el grado de devaluación del peso argentino. Brasil también espera una urgente ayuda económica del FMI y del gobierno estadounidense. Otro factor de inestabilidad del gigante sudamericano es la proximidad de las elecciones presidenciales. El gran favorito es el candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores, Lula, cuya elección podría ahuyentar los capitales extranjeros en el país.
La única economía de la región que parece aguantar por ahora la crisis es la chilena, aunque todos los analistas coinciden que si cae Brasil todos los países de Sudamérica se desplomarán como fichas de dominó. Un golpe letal para el Mercosur que le abre el camino al ALCA (Asociación de Libre Comercio de las Américas) convenientemente liderada por EEUU.
Marcomic. Montevideo. 31 Julio 2002.