El consumir cannabis (marihuana), al contrario de lo usualmente pensado, no causa daños severos a la salud, exceptuando el daño a los pulmones, similar al causado por el tabaco pero en mucha menos intensidad. Sin embargo su consumo sigue siendo ilegal en prácticamente todos los países del mundo.
Numerosas voces han pedido la legalización de la marihuana, sobre todo asociaciones médicas, ya que son conocidas numerosas cualidades terapéuticas de la droga en diversos males (es ideal para contrarrestar los efectos secundarios de la quimioterapia, por ejemplo). Pero por ahora pocos países han actuado con cordura, siendo el más destacable ejemplo Holanda, un país con una clase política rebelde a lo establecido en occidente, que se ha atrevido a legalizar la eutanasia, entre otras cosas. En holanda es posible comprar marihuana de calidad a un relativamente bajo precio en cualquier coffee-shop.
Inglaterra siguió el ejemplo dado por Holanda, despenalizando el consumo de la droga este pasado miércoles. De ahora en adelante no será ilegal poseer pequeñas cantidades de marihuana para consumo personal. El proyecto había comenzado con un exitoso período de prueba en el barrio londinense de Brinxton.
El pasado octubre una comisión gubernamental recomendó bajar la marihuana de categoría B a la C, la mas baja de un índice que señala la peligrosidad de las drogas. A su vez recomendó cambiar al éxtasis de la A (la de mayor peligrosidad) a la B, cosa a la que el gobierno inglés se opuso. Fue a raíz de este estudio que el ministro del Interior británico decidió la despenalización del cannabis.
La reforma no ha tardado en ser duramente criticada y en tener sus consecuencias políticas: la primera la renuncia del asesor político del gobierno en lucha contra las drogas Keith Halliwell, quien considera que la acción no hará mas que dar el mensaje a la juventud que las drogas no son malas.
Esperemos que el resto del mundo siga el ejemplo británico y holandés de acabar con una ilegalización sin sentido y que solo favorece a las mafias narcotraficantes.
Marcomic. Montevideo. 11 Julio 2002