Esta semana Argentina se ha vuelto a sacudir en su calma intranquila desde los sucesos de Diciembre cuando una revuelta popular hizo dimitir al presidente De la Rua, esta vez la muerte de dos manifestantes en manos de la policía ha vuelto a traer momentos de alta tensión y miedo que bajo el trasfondo de la pésima situación económica hacen ver un futuro incierto para este país.
En medio de una huelga general, los considerados más pobres y más violentos de Buenos Aires, cortan un puente que es acceso importante a la ciudad, no se van y la policía carga para quitarles de en medio, se enfrentan duramente y matan a dos manifestantes a balazos. Un día después miles de argentinos se manifiestan sin incidentes delante de la casa Rosada para protestar en contra de la violencia policial, Duhalde, impasible y títere del FMI justifica la represión por el buen funcionamiento de las vías publicas.
De repente dos días después, Duhalde, en contrapunto a la actitud defensiva y justificadora inicial, tras la aparición de las imágenes del asesinato de los dos manifestantes, el revuelo y la consternación de los ciudadanos, ha manifestado su más enérgica condenada a la represión policial, cambiando así su actitud 180 grados dejando a más de un argentino con un escepticismo importante que no hace más que agudizar su desconfianza ante su gobierno.
Ese seria el resumen un tanto escueto de los hechos acaecidos estos dos últimos días en Buenos Aires, que han creado y siguen creando tanta tensión. Ampliando tenemos que mencionar que la huelga general fue convocada por la Central de Trabajadores Argentinos, el que es el segundo sindicato en numero de afiliados, en cuanto a los pobres y más violentos de Buenos Aires, nos referimos a los desempleados, muchos de ellos integrantes del Bloque Nacional Piquetero, cortaron el puente Pueyrredón, el que es el principal acceso a la parte sur de Buenos Aires pidiendo algo tan básico como: un trabajo, alimentos, y una sanidad.
Duhalde, el presidente por ahora de Argentina, califica a los piqueteros como un grupo organizado que persigue la caída de su gobierno a toda costa, son parte de los que produjeron saqueos en los incidentes de Diciembre que obligaron a dimitir al ex presidente De La Rua. A los piqueteros hay quien los relaciona con los peronistas y hay quien los ve cerca de la izquierda.
Sean lo que sean, lo cierto es que después de estos incidentes se han sumado a ellos algunas de las famosas asambleas vecinales, organizaciones políticas minoritarias, de estudiantes y en pro de los derechos humanos, todos juntos para manifestar su repulsa a la violencia policial.
Ciertas cosas en Argentina están cambiando, la población parece querer salir del agujero negro en el que se encuentra, por ello se organizan y se ayudan por medio de Asambleas, las que como cualquier organización social o de izquierdas en Argentina intentan ser saboteadas oficialmente por la policía cuando se manifiestan en la vía publica o extra oficialmente introduciendo miembros violentos en su seno para vigilarles o provocar en ellos un aire de exaltación violenta que haga que acaben en circunstancias nada positivas para ellos. Como lo prometido es deuda, como ya adelantamos en un articulo anterior, ahora os vamos a hablar de las Asambleas Vecinales , las que aunque tienen un funcionamiento increíblemente cercano al anarquismo se desvinculan de toda ideología o grupo de poder establecido en Argentina. Así pues Daniela nos explica:
Las Asambleas
Después de los sucesos de los días 19 y 20 de diciembre donde los argentinos salieron a la calle con cacerolas y con un lema en común que se vayan todos, en donde se destituyo al gobierno de turno, el pueblo volvió a salir cacerola en mano más veces pidiendo por lo suyo, por lo justo, para manifestar su bronca y el desacuerdo con el gobierno. La gente salió a golpear sus cacerolas una y otra vez, reuniéndose tanto en Plaza de Mayo como así también en las esquinas de los barrios.
De estas manifestaciones espontaneas en los barrios, a las que acudieron amas de casa, estudiantes, desocupados, electricistas, plomeros, maestros, etc. Hombres y mujeres se comenzaron a reunir en lugares públicos un día a la semana y dieron lugar así a las asambleas vecinales.
A las asambleas concurren entre 50 y 200 personas o más, en un ámbito igualitario, los vecinos se reúnen para discutir problemas generales del país y particulares del barrio. En estas reuniones no solo hablan, discuten y proponen sino también se hace. Los temas que se tratan van desde el pago de la deuda externa hasta compras comunitarias de alimentos. Una vez expuestos los temas se debaten y se oyen las propuestas para los mismos, y así, se votan y se piensa en planes de acción.
Se han creado ya en muchos barrios gracias a estas asambleas: bolsas de trabajo, redes solidarias para re-conectar servicios cortados a los vecinos afectados, se hacen pedidos de bolsa de comida a grandes cadenas de supermercados para poder llevarlas a los comedores de cada barrio, donde comen muchos niños de familias carenciadas y de padres desocupados, se crean también cadenas de seguridad, y tratan también como mantener en funcionamiento los hospitales públicos que carecen de subsidios del gobierno; estos hospitales son la única oportunidad de mucha gente para acceder aun servicio de salud gratuito. Surge la necesidad también de seguir movilizándose manteniendo en movimiento al barrio y dando a conocer las asambleas.
Nombres como: Asamblea popular de Lomas de Zamora, Asamblea de Vecinos ciudad de Chacabuco, Asamblea vecinos de la Plaza Lopez de Rosario de Santa Fe, Asamblea de San Antonio de Padua, Asamblea vecinal el Fortín de zona Sur de La Plata, Asamblea de Haedo, Asamblea Versailles en el Monte Castro Versailles, Asamblea vecinal Saladillo en Saladillo pcia de Bs As, Asamblea Sáenz Peña-Santos, Asambleas de Morón, Asamblea Gaston Riva Caballito, y un largo etc., porque ya hay mas de 200 asambleas registradas en la provincia de Buenos Aires, y más de 150 registradas en provincias del interior, estas números aumentan con el correr del tiempo, ya que una de las metas de las asambleas es que cada barrio tenga la suya.
Las asambleas están muy bien organizadas, cada una tiene uno o dos delegados, estos se reúnen con otros e intercambian ideas y propuestas de acción, como lo son: las manifestaciones para pedir por las necesidades, surgen así marchas, nuevos cacerolazos, escraches a políticos, abrazos solidarios a escuelas publicas y hospitales.
En las asambleas también hay infiltrados que tratan de armar líos o traer discordia entre los vecinos, pero como los vecinos ya se reconocen entre sí con lo que se cuidan el uno al otro, estos infiltrados son sacados de las asambleas, para mantener así la seguridad y el orden. Muchos delegados han recibido amenazas, aun así siguen congregándose todas las semanas, para no perder sus metas y las esperanzas puestas en estas asambleas.
Muchos piensan que estas asambleas son un fenómeno de este momento y así de corta duración, que la gente olvidara su bronca y las ganas de manifestar su oposición a las políticas establecidas, lo cierto es que allí los vecinos depositan ganas de salir adelante pese a todo, y esperanzas de poder encontrar un camino que los lleve a mejorar su calidad de vida. Habrá que esperar para ver que rumbo toman, si se diluyen o llegan a su meta mayor: que de ellas surjan nuevos modos de representación y nuevos representantes, que es lo que pueblo quiere, que se vayan todos y que vengan nuevos y diferentes.
Una reflexión sobre la meta final de la asambleas nos podría hacernos preguntar si realmente vale la pena el que vengan otros representantes cuando se vayan los vigentes, quizás no haría falta alguna.
Marlowe. Barcelona.
Daniela. Buenos Aires.
30 Junio 2002