Balance del 20 J. El día después

Las cifras que se nos dan a través de los medios de comunicación, no son más que aproximaciones a la realidad. Ambas partes, sindicatos y el gobierno exageran las cifras barriendo para su lado.

Pero no hay duda de que las valoraciones que dan los sindicatos se aproximan mucho más a la realidad que las que se dan desde la parte contraria.

– Seguimiento

Las cifras que se nos dan a través de los medios de comunicación, no son más que aproximaciones a la realidad. Ambas partes, sindicatos y el gobierno exageran las cifras barriendo para su lado. Pero no hay duda de que las valoraciones que dan los sindicatos se aproximan mucho más a la realidad que las que se dan desde la parte contraria.

Ya no se trata de especular sobre las intenciones, de cuantos apoyan unas propuestas y cuantos no. No se trata de decir que nadie hará huelga, sino que se trata de examinar la realidad, de mirar por la ventana y pasear por la ciudad. El gobierno no ha cambiado de lógica. Durante el 20 J creyó que aun estaban en el previo huelga, y mintieron negando la existencia de una huelga general que, a todas luces, se estaba desarrollando, protagonizada por ciudadanos que votan, y en el país que ellos gobiernan.

La incidencia de la huelga a sido realmente significativa en Andalucía, Cataluña y Galicia, pero parece que para el gobierno estas zonas no son parte de España.

– Huelga General como Huelga de Consumidores

Se dice que los comercios han abierto. En muchos casos esto es cierto. Ante la llegada de los piquetes muchos daban el persianazo, pero reabrían cuando ya no se veían presionados por los grupos de activistas. Otros comercios, simplemente no abrieron. La cafeterías y supermercados han sido los más reacios al cierre de sus instalaciones.

Pero aún así, el día les ha salido caro. En una jornada de Huelga General la gente no va a la compra. De hecho, el día anterior las familias se aprovisionan de pan y alimentos. El consumo se paraliza y esto lo notará el comercio en la facturación del día. El comercio no es ningún motor económico en sí. Lo es porque las familias consumen, y ese día, muchas familias están en Huelga General, por lo que no hay clientes ni consumo. ¿Por qué abren sus establecimientos entonces? Por lo pronto por tres factores:

a.) a los patrones les beneficia un modelo de contratación flexible, ya que al abaratar los costes saláriales (tanto los pagos a cuenta de nóminas, como los gastos por despido improcedente) aumentan sus beneficios.

b.) Por que así se muestran fuertes ante sus empleados, tratando de dejar bien claro quien manda en su empresa, por un lado, y, por otro, pidiéndoles una demostración de fidelidad.

c.) Por puro pulso político. En la lucha de interés contrapuestos, la batalla simbólica es muy importante.

Baste recordar en este punto el papel del Corte Ingles, autentica fortaleza simbólica de esos interés, siendo incluso custodiada por las fuerzas de seguridad del estado. El estado, y su monopolio de violencia legítima, se pone de lado del capital machacando a los activistas mediante los antidisturbios.

Por otro lado, como la mayoría de los contratos en este sector son temporales y precarios, el patrón se permite el lujo de amedrentar al empleado bajo la amenaza de la restricción del contrato. Incluso, en algunos casos, el patrón consigue que el trabajador identifique sus propios intereses con los intereses del patrón ( es la ilusión del por el bien de la empresa, y de la buena marcha de la empresa depende tu trabajo).

En definitiva, independientemente de que abriesen o cerrasen más o menos comercios, lo realmente importante es que ayer se notó la huelga en el sector porque no hubo ventas. Los comerciantes, por querer echar un pulso a los trabajadores organizados (sindicalistas) perdieron dinero.

– La Huelga en el sentido clásico

Antes de que una sociedad pueda emplear la mayoría de los recursos en el sector terciario de la economía (los servicios y el comercio) debe tener un sector industrial y agrícola amplio. Es en estos sectores, al ser más antiguos, es donde está más asentado el sindicalismo (trabajadores organizados). No hay ninguna duda de que estos sectores paralizaron su actividad en el 20 J.

No quisiera dejar de mencionar una cuestión en este punto. Algunos se preguntan por qué los delegados sindicales cobran su salario el día de huelga. En primer lugar cualquiera puede optar a ser delegado o representante sindical, así que por ahora el elemento discriminatorio queda anulado. Pero, es que resulta que en una jordana de huelga general, esos delegados trabajan, y mucho, para garantizar el éxito de la lucha.

– El trato de la prensa y el trato a los periodistas

Los periodistas se sienten mal, porque a pesar de que las redacciones de los periódicos más importantes decidieron hacer huelga, los directivos decidieron sacar una edición adelgazada de sus diarios.

Pero esas ediciones, que en algunos casos fueron escoltadas, o llevadas directamente por la policía nacional, no fueron distribuidas de manera efectiva. Los quioscos estaban cerrados.

Y hoy los medios, o mejor dicho, sus directores, caen en el mismo error que el gobierno al proclamar la nulidad de la jornada de huelga. Han evidenciado a quienes deben su labor, por quien pierden el trasero, de quienes son correa de trasmisión y con quienes comparten pecados políticos.

– Comparaciones

Comparar una huelga con otra es algo que no tiene mucho sentido porque las causas de las Huelgas Generales no suelen coincidir. Aún así, me gustaría hacer un par de comentarios.

Se quiere comparar el 20 J con el 14 D. Muchos años las separan, pero es que el 14 D es la huelga record. Ni antes ni después podemos encontrar una parecida. El hecho de que se comparen estas dos fechas ya es un síntoma de que la de ayer fue una importante Jornada de Lucha.

Esta es la primera huelga que se le hace al PP. En las anteriores se trató de hacer presión al gobierno (del PSOE) no sólo por parte de los trabajadores, sino también por parte de importantes sectores empresariales. En el 20 J, los trabadores estaban solos, y los empresarios hacían piña con el gobierno, reclamando el derecho al trabajo. Es curioso que mientras los trabajadores piensan en la huelga, empresarios y gobierno defiendan del derecho al trabajo. Pero, que no se equivoquen. Derecho al trabajo es derecho a disfrutar de un puesto de trabajo, no derecho a poder contratar a trabajadores en condiciones precarias.

Por último, hemos de tener en cuenta que la vertebración de la lucha social se ha ido diluyendo en el país desde que la lucha ciudadana conquistó un sistema constitucional y democrático en este país. Por eso la de ayer fue una jornada interesante, que puede estimular una nueva configuración del asociacionismo y de la lucha social. La movilización masiva sigue siendo posible y puede que estemos a las puertas de la llegada de algunas transformaciones sociales, que en la actualidad se hacen ya necesarias.

Kilobites. Málaga. 21 Junio 2002