¿Y esto es democracia?

Que si la LOU, el Plan Hidrológico, la ley seca, la Ley de calidad de la enseñanza, el Decreto-Ley de reforma del paro… Todo para el pueblo pero sin el pueblo. En los próximos días, el Congreso convalidará el Decreto-Ley que acaba de aprobar el Gobierno acerca de la reforma del paro.

Ya sabemos que se aprobará, con consenso o sin consenso, con introducción de enmiendas o sin hacer ni caso al resto del Parlamento. Se aprobará porque el partido en el poder tiene mayoría absoluta.

Da igual que la oposición, los sindicatos o los grupos sociales griten más fuerte y con más razón, porque el Gobierno no está haciendo nada ilegal. En todo caso, inmoral. Pero, ¿cómo se va a desacreditar a un Gobierno que no se sale apenas del marco que establecen las reglas del juego democrático y que, además, cumple a rajatabla los preceptos neoliberalistas, base de la sociedad actual?

Fundamentándonos en Derecho, los del PP no son los malos. Los del PP hacen y deshacen a su antojo, pero con el permiso de la Ley y, en definitiva, del sistema establecido.

El error es de base. El error parte de un sistema que dice llamarse democrático y que posibilita que, cuando un partido ostenta la mayoría absoluta, puede gobernar a su antojo, sin tener en cuenta a la opinión pública, ni al resto de grupos parlamentarios. Y esto tiene aplicaciones prácticas concretas. Con mayoría absoluta se puede aprobar cualquier tipo de legislación, excepto la relativa a la reforma constitucional. No olvidemos que la mayoría absoluta parlamentaria es tan sólo 50+1. Es decir, que 49 más los que se abstienen ya pueden estar profundamente disconformes, que si el partido en el poder quiere, se aprueba y punto. A otra cosa.

Es curioso, cuando menos, este concepto de la democracia. Hay que aprovechar los 4 años de gobierno para dejar todo atado y bien atado chapuceramente al gusto de uno, para que cuando el otro suba al poder lo deshaga y lo rehaga peor si cabe. Así no vamos a ningún sitio.

Esas ansias de poder, por lo que significa el mismo poder en sí, están matando lentamente el significado de la democracia. Si por lo menos su muerte significara un cambio hacia algo mejor… Lo lamentable es que el camino más bien se tercia hacia el indestructible, pero destructor, sendero liberalista.

Nihao. Zaragoza. 10 Junio 2002