Los dirigentes del gobierno no pueden disimular su nerviosismo mientras la patronal respira tranquila. Todos ponen a cargar las pilas, comienza el combate.
Primera acusación: Se trata de una huelga política. Dice nuestro Presidente Jose Mari que la del día 20 será una huelga política y no económica. Pues bien esta claro que todas las huelgas son políticas, se trata de mostrar una firme oposición a alguna ley o proyecto político. Pero es que además hoy día, y hay que agradecer mucho en este sentido a los ideólogos del ultraliberalismo, es realmente difícil separar en planos ajenos las cuestiones económicas y las políticas.
Segunda acusación: La fecha está muy mal elegida. Vaya…, depende de los intereses de cada cual, vamos.
Tercera acusación: La huelga del 20 J atenta contra la imagen y los intereses de España. Claro. De qué España nos estarán hablando. La imagen que el mundo tenga de los españoles dependerá de Rosa y del papel de la selección en el mundial. La imagen de España… olé. La imagen de este país ya esta bastante deteriorada, ya tuvimos un siglo de oro, y desde entonces cuesta abajo. Sólo Indurain dio algo de aliento a esa imagen. Pero hablar de los intereses de los españoles… o de España. Una Huelga General no es una cuestión de Estado, sino de estabilidad.
Que las principales centrales sindicales de este país decidan convocar un paro general de 24 horas justo a las puertas de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE es sintomático. Es otro tirón de orejas más al ultraliberalismo. Es ponerse de lado de los que creen en otro mundo. Es decir que no a un modelo de sociedad, y hacer que los representantes de la soberanía en Europa se enteren.
Venimos de un periodo de bonanza económica del que el Partido Popular se apunta el tanto. Pero nos adentramos en un periodo de inestabilidad. Un consejo para currantes… si oyes que el oro sube de precio, preocúpate por tu puesto de trabajo. Piénsatelo bien antes de pedir un crédito para comprarte un coche o una vivienda, por que quizás no puedas pagarlo.
El desempleo es un problema bastante importante a nivel global. En España pronto habrá más paro, de hecho ya está creciendo. Se trata de legislar ahora que la gente confía en la estabilidad de sus puestos de trabajo. Pero si se abarata el despido los contratos – fijos – son en realidad contratos a tiempo parcial, o si no que les pregunten a los de Fontaneda.
El Estado necesita prescindir de costes, las empresas también. Los salarios se congelan, pero los precios suben constantemente. Nos dicen que habrá más trabajo, pero sólo habrá más precariedad. No podrás negarte a aceptar las condiciones laborales, tendrás que currar por decreto y, por cuatro duros y, sin rechistar.
Kilobites. Malaga. 26 Mayo 2002