Crónica: Barcelona se paralizo durante dos horas

El partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid, celebrado el pasado 23 de Abril, atrajo a más de 90.000 personas. El partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones que disputaron la pasada noche del día 23 en el Nou Camp el FC Barcelona y el Real Madrid, y que terminó con la victoria madridista por 0-2 , estuvo presente en la vida cotidiana barcelonesa durante toda la jornada.

Horas antes del partido, en el exterior del estadio ya se podía percibir la agitación de un público emocionado. Los chiringuitos levantaron los toldos a las diez de la mañana, junto con los puestos de rosas que hacían patente el día de Sant Jordi. Varias personas que habían viajado hasta Cataluña para ver el partido, esperaban en el césped del parque colindante impacientes entre el sonido de tambores. También se encontraban allí, dando vueltas al campo, los oportunistas señores de la reventa, con su libreta y bolígrafo, negociando con los despistados que se quedaron sin entrada. Algunos de los que compraban clandestinamente se quejaban lógicamente de los elevados precios, 2000 euros en tribuna y 600 en el resto. Tampoco faltaban los grupos de promoción de productos, entre ellos había unas chicas repartiendo – los nuevos y refrescantes chicles Trident – y los – Barçamaniátics – , que promocionaban utensilios, para aclamar ensordecedoramente al Barça. A última hora llegaban personas de muy diferentes edades y procedencias, en autobuses organizados, la mayoría excitados.

Una actitud poco ortodoxa

Junto al estadio, en un bar, los Boixos Nois se hacían notar y creaban un ambiente en el que predominaba la violencia verbal en detrimento del ocio. Unas 100 personas estaban en la puerta del bar, cantando eufóricamente, con la mano derecha alzada y la cerveza en mano, el himno del Barça, entre entonadas como – El que no es culé, hijo puta es – . Casi 10 furgones de antidisturbios se colocaron en la calle de enfrente del bar para controlar a los no pocos hinchas que habían bebido demasiado. Hubo un estallido común de violencia entre los – Boixos – cuando dos jóvenes que llevaban camisetas del Real Madrid pasaron por la calle del bar. Una ambulancia acudió inmediatamente.

El partido tuvo una gran relevancia, ya que el encuentro entre ambos equipos, con una larga historia de rivalidad, creó una audiencia media de más de 9 millones de espectadores. Además, más de 800 periodistas también acudieron al encuentro.

Minutos antes del comienzo del partido, los que acababan de salir del trabajo corrían hacia la entrada, la Travessera de les Corts se convirtió en un caos de coches, personas corriendo y agentes de tráfico. De repente un silencio expectante inundó Barcelona, el partido había comenzado .

Pollyana. Barcelona. 29 Abril 2002