En Venezuela, un golpe de estado, o un pronunciamiento militar, según la ideología que tenga uno para explicar este tipo de cosas, ha quitado de en medio a Hugo Chávez, otro militar, pero elegido por el pueblo democráticamente, dentro de todas las connotaciones que uno le quiera dar a las frágiles democracias sur americanas.
Mientras Hugo Chávez permanece retenido por su ejercito, y varias personas han perdido la vida en la revuelta urbana siendo víctimas del ejercito, Pedro Carmona, salido le la nada y amparado por el ejercito, asume la presidencia. El nuevo rostro presidencial, Pedro Carmona, líder de la patronal venezolana, anuncia que celebrara elecciones legislativas en diciembre y presidenciales dentro de un año.
Venezuela es un país deshecho, con índices de pobreza total que superan el 80% de la población, es un país víctima de las Américas. El petróleo aporta más de la mitad de sus ingresos, por lo tanto es un país rico en materias primas. Este país vivió una buena época que quedo mermada tras la crisis del petróleo de la década de los setenta y principios de los ochenta. Jamas se recupero.
Hugo Chávez subió al poder gracias al apoyo de las masas populares, pretendió resolver los problemas de pobreza y creo más, quizás no estaba a la altura, y evidentemente molestaba a las clases medias y altas, mucho más haciendo gala de amistades como Fidel Castro. Hugo Chávez no es Fidel Castro, Venezuela no es Cuba. Tras este alzamiento militar, nada claro queda en el país, solamente que tienen el poder, los poderosos, los potentados del dinero, los de siempre.
La problemática de Venezuela es compartida en toda Sur América, entre una mala distribución de la riqueza y una mala planificación de las inversiones derivadas de sus ingresos por las ventas de materias primas, crean una paradoja que consiste en la existencia de una pobreza generalizada en países ricos en recursos naturales. Por todo ello, los gobiernos de estos países ponen facilidades al capital extranjero, siendo estos territorios llamativos a las Américas de otros.
Entonces es cuando uno empieza a dudar sobre que fue antes: ¿el huevo o la gallina? Me explicare mejor.
Me refiero a las Américas, a las aventuras económicas de europeos, y americanos del norte, en países como lo son: Venezuela, Perú, Argentina, Chile, lista que podríamos completar con el resto de países que forman Sur América, estas aventuras económicas funcionan de tal manera que cuando las cosas van mal el capital desaparece igual de rápido que aparece.
Para mi no sorpresa, veo que los grandes bancos españoles poseen la banca venezolana, y que la principal compañía de petróleo española, también esta bien situada en el país. Entonces es cuando yo me pregunto lo inevitable, ¿hasta que punto están las grandes empresas totalmente ajenas a la situación económica, política y social, de esos países? ¿No tendrán algo de culpa?
Responderán que ellos no son directamente culpables de colocar jefes de estado corruptos e incompetentes, y por supuesto dirán no generar pobreza sino todo lo contrario, aunque a veces salgan cosas raras como en Perú, donde el BBVA parece ser que algo tiene que decir ante la propulsión de dictadores. Pero bueno, seamos ingenuos y pensemos que solo hay culpas indirectas, ¿que opciones les quedan a estos países más que sucumbir a las normas y condiciones de nuestro capital? ¿Hasta que punto esto al ciudadano peatón europeo le beneficia?
Sinceramente creo que en ningún punto beneficia a europeos y por descontado a sur americanos, ya que son empresas privadas sin compromisos sociales ante los gobiernos, salvo que veamos compromisos sociales, el evadir impuestos en paraísos fiscales o dejarlos en la ruina como el caso de Argentina. Son demasiado grandes y hacen lo quieren. Cosas del capital.
Marlowe. Barcelona. 13 Abril 2002