Aquel día colgamos en el balcón de mi casa una bandera blanca y verde. Recuerdo que incluso la convertí en uno de mis juguetes. A los niños de tres años les fascina deslizar sobre el viento cualquier trapo anclado a un palo. Yo no era por entonces muy consciente de lo que pasaba, pero con la blanca y verde, y después de demasiado tiempo, los andaluces recobramos nuestra identidad reafirmándola a través de la democrática forma del referéndum.
El 4 de diciembre de 1976 se reúnen en Antequera, centro geográfico de las tierras andaluzas, un nutrido de grupo de partidos políticos que acordaron luchar por conseguir para nuestro pueblo una autonomía de gobierno de corte similar a la que disfrutaban las autonomías vasca y catalana ,que fueron las primeras en romper con el centralismo político del régimen franquista.
Un año después se producen las manifestaciones más multitudinarias de nuestra historia en todas las capitales andaluzas que tenían por objetivo dotarnos de un Estatuto de Autonomía. Aquel día resultó ser clave, y no solo para nuestro futuro, sino para el de gran parte del país.
Era un día de Mani-fiesta-acción, pero se tiñó de luto. El recorrido de la movilización que se convocó en Málaga terminaba a las puertas de la Diputación. Una Diputación que aún era gestionada por el Régimen y exhibía una bandera preconstitucional en la que un águila pavoneaba su nacional-católica prepotencia. Un joven sindicalista de las Comisiones Obreras comenzó a trepar por la fachada de aquel edificio con el propósito de ganar una batalla simbólica, quería un cambio de bandera, quería que la blanca y verde ondera por los aires para que estos fuesen aires más libres. Aires no sometidos al imperio del terror aguilucho.
Lo abatieron a tiros. Sorpresa, estupor, miedo, pero ya nadie podría negarnos aquella parcela de libertad.
El 28 de febrero de 1980 se aprueba por referéndum la Autonomía de Gobierno para el pueblo andaluz, y eso es lo que celebramos hoy.
El día de Andalucía, según pensamos muchos de nosotros, debió celebrarse hace un par de meses, concretamente el 4 de diciembre, pero esa no era una buena fecha para situar un día festivo en el calendario, por estar demasiado cerca de los días de la Constitución y de la Inmaculada Concepción. Por eso hoy, más que celebrar nada, recordamos a Caparrós.
Andaluces, levantaos
pedid tierra y libertad
sea por Andalucía Libre,
los pueblos y la humanidad.
Para más información:
Aquel 4 de diciembre
http://www.antonioburgos.com/antologia/archivo/diario16/dia120292.html
García Caparrós pone la bandera
http://www.antonioburgos.com/memorias/1997/memocaparros.html
kilobites. Malaga. 28 febrero 2002