Pronto hará una semana desde que la Guardia Civil impidiera el paso a la comitiva de algodoneros andaluces que, con sus tractores, se dirigían a Madrid para mostrar su disconformidad con las medidas que, prescritas desde Europa, pretenden hacer efectivas desde el Ministerio de Agricultura.
Se trataría de forzar la rotación en los cultivos, pero estos algodoneros de la COAG piensan que puede producirse una injerencia por parte de aquellos terratenientes que nunca han optado por este cultivo, pero que están deseosos de obtener subvenciones, como las del famoso lino. Además, un aumento en la producción traerá consigo una reducción del precio del producto y, las perdidas acumuladas pueden ser importantes.
En efecto, la cosa está que arde. Impelidos por las fuerzas de seguridad, decidieron apostar sus tractores en la sevillana Plaza de España. Acuartelados allí, se han ido desplazando por ciertos puntos de la ciudad para llamar la atención sobre su situación. De sus actuaciones (corte de autovías, intento por dificultar las entradas y salidas del aeropuerto…) la más sonada tuvo lugar ayer, lunes 18 de febrero, cuando pretendieron cortar la vía del AVE. Entonces se produjo el inevitable enfrentamiento con los Cuerpos de Seguridad del Estado. En la confrontación, de 12 agricultores y varios antidisturbios resultaron heridos.
Los alcaldes de los pueblos algodoneros planean una huelga general que es apoyada por UGT, CCOO, PSOE, IU y PA, que además acaban de firmar un acuerdo en defensa del sector.
Por su parte, el PP pide la dimisión de Paulino Plata, Secretario de Agricultura de la Junta de Andalucía, al que acusan de querer llevar a la ruina a los algodoneros. A su vez, el delegado del Gobierno Central en Andalucía, José Torres Hurtado, ha acusado a los algodoneros concentrados en la Plaza de España de transformar sus protestas que inicialmente eran de carácter económico, en una reivindicación meramente política. ¿Tendría este hombre la amabilidad de explicarme la diferencia entre ambos términos?. ¿Será capaz de formular algún tipo de argumento proveniente de su propio intelecto, o le conforma con ser el responsable de dar la orden de ataque para que “sus” policías (que no del pueblo) se lancen al ataque?. En fin, lo único que sé certeramente es que el pasado año se perdieron 31.400 puestos de trabajo en el sector agrario español.
Kilobites. Malaga. 19 febrero 2002.