Febrero del 2002. José María Aznar, es presidente de turno de la unión europea. Ha coincidido en el tiempo con un hecho histórico para la vida de muchos países europeos; El euro.
La moneda común. Con dicha moneda, han empezado las comparaciones de todo tipo, fundamentalmente, en la comparación de los precios entre los diversos socios de la UE.
Estupefactamente, escucho los portavoces mediáticos del gobierno (Televisión española y Antena 3), celebrar y predicar a bombo y platillo, que España, es el país, o uno de los países más baratos, por lo tanto, mejores por vivir. Si una persona no está informada, se traga estas palabras con un sentimiento de orgullo al ser el país que más puede gastar con menos dinero. Hasta aquí, nadie a mentido. Es más, España tiene unos precios entre un 10 y un 40 % más económicos que la media.
Cuando, se empieza a escarbar un poco, se comprueba que todo esto, siendo verdad, es una tomadura de pelo con mayúsculas. Por ejemplo, miremos el salario mínimo de cada país. España, sueldo mínimo 480 euros. Italia 900 euros, Francia 1100 euros, Alemania 1200 euros, Bélgica 1400 euros.
Por lo tanto, por una sencilla regla de tres, en estos países, proporcionalmente, el nivel de vida es muchísimo mejor, ya que, incluyendo que todo es mas caro, en ningún caso, los precios se duplican o casi triplican con respecto a España. Resumiendo, una persona que cobre el sueldo mínimo aquí, tendrá muchísimas mas dificultados que un ciudadano de otro país europeo.
Y eso, quien llegue al sueldo mínimo, solo quiero recordar miles de nuestros abuelos y jubilados, pasan por bastante menos del salario mínimo interprofesional. Eso sí, el pacto de las pensiones, garantiza que estas no desaparecerán, y que subirán el IPC exactamente que marque el Instituto Nacional de Estadística.
También se podría comparar, lo que cuesta un piso de media en relación a los sueldos, y sale esto. En Bélgica un piso cuesta de media 8 años de trabajo. En Alemania 10 años, en Francia 12 años, en España 25 años.
Todos estos datos, nos indican claramente, que estamos a años luz de los países más potentes de Europa, por lo tanto, cada vez que veáis, que desde el gobierno dicen, que somos «los del grupo de cabeza» haced como yo, indignaos, cabrearos, o mejor, simplemente romper a reír por no llorar.
Belgart, Barcelona. 12 Febrero 2002