Es sabido de la inteligencia de este detective inglés, metódico, detallista y analista hasta hacerse odioso. Creo yo que este personaje si tuviera que descubrir el misterio de la luz en España, sería el primer caso sin resolver en su historia detectivesca.
Cada día oímos rumores, malas informaciones o simplemente inoperancia en cómo hemos de pagar o cómo será la nueva factura de la luz. A todo ello se asoma el tráfico de unos contadores nuevos que facturarán cada minuto de nuestras vidas con luz y las de sin luz también. Seguramente estos nuevos aparatos los abonará el populacho que está para estos menesteres, es decir gratificar siempre y por siempre a las grandes compañías eléctricas que harán su agosto con nuestra desgracia.
No obstante, como tenemos un Gobierno que nos ampara de lleno, creeremos a pies juntillas, que esta nueva situación no implicará subidas de tasas, que como existe un déficit tarifario hemos de ir pagando poco a poco hasta llegar al infinito y mucho más. Pero que no nos preocupemos que seguramente bajará el recibo.
Sinceramente no estoy preocupada porque ya sé lo que nos espera: subida. No hay más, cada vez que este Gobierno abre la boca, despide recortes, ajustes, aumento de impuestos y otras tantas tropelías que siempre afectan a los mismos.
El señor ministro de energía, nos está quitando la nuestra a golpe de bastonazos. Ya este invierno muchas personas han vivido en la oscuridad más absoluta para ahorrar en sus facturas, muchos ancianos han sufrido el frío en sus carnes por mantener el resuello de sus pensiones e invertirla en productos de alimentación. La calefacción, las lavadoras y demás aparatos eléctricos han sufrido un anquilosamiento dictado por nuestros mandatarios que han visto bien que niños, abuelos, enfermos hayan sido privados de un bien común como es el derecho a calentarse, a lavarse y a vestir ropa limpia y si me apuran un poco a comer.
Llegará el momento si no lo remediamos antes en que el pueblo se escalfe con bidones de maderas y utilice velas para alumbrarse como en los viejos tiempos y si me apuran cocinar con carbón, o no sé, en este caso si nuestro Gobierno nos impondrá una tasa para el combustible utilizado. Todo es posible. Lo más importante del caso es hacer ricas a estas empresas que nos utilizan y nos empobrecen cada día más.
Como ya hemos despejado las dudas, sólo nos queda esperar a que el ministro haga su aparición y nos diga lo de siempre; ha sido imposible no subir el recibo de la luz porque son los mercados los que mandan y como mandan y ordenan se acabó la discusión.
Es una pena que seamos un país tan tolerante con los abusos; tendríamos que ser más luchadores con nuestros derechos, porque nuestros antepasados batallaron por ellos y ahora ven que sus peleas y lides no han servido para nada.
Francisca Bernal Pérez. Viladecans. Barcelona.
Cartas de los lectores. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 20 Marzo 2014.
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