Que se joda la Troika – por Francesc Sánchez

Hace unas semanas asistí a una conferencia de Joan Garcés ?el que fue asesor de Salvador Allende y François Mitterrand entre muchas otras cosas?, organizada por el profesor Manel Risques Corbella en la facultad de Geografía y Historia, bajo el nombre de Soberanos e intervenidos (el título del último de sus libros), en la que estuvo diciendo unas cuantas cosas muy interesantes que creo que es importante mostrar aquí.

Iremos al grano. El 27 de septiembre de 2011 el agonizante gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero llevó adelante presionado por Bruselas una serie de recortes sociales (bajada del sueldo de los funcionarios y congelación de la pensiones) y una reforma constitucional, que salió adelante con los votos del Partido Socialista Obrero y Español y el Partido Popular, para limitar el déficit presupuestario tanto del estado central como en las comunidades autónomas. Este nuevo artículo 135 (*1) lo que dice es que la Unión Europea es quién marca los márgenes de déficit de nuestro estado y por lo tanto es una cesión de soberanía económica importante. Desde la promulgación de ese artículo ni el estado ni las autonomías pueden emitir más deuda pública de la que la Unión Europea autorice, y por esa razón nuestros representantes políticos, se nos dice, se ven obligados a hacer nuevos recortes sociales.

Como recordaran desde que estalló la crisis financiera en el 2008 una serie de entidades bancarias españolas entraron en serias dificultades, y con esta reforma constitucional se pretendió y se consiguió un rescate a esa banca en dificultades que llevó a cabo la Unión Europea a petición del gobierno del Partido Popular el 9 de junio de 2012. Los 40.000 millones de euros de los 100.000 que concedieron sirvieron para limpiar toda una serie de entidades bancarias que o bien terminaron en manos de otras entidades (por ejemplo el Banco de Valencia en manos de La Caixa o el caso de Unnim, una agrupación de cajas catalanas que finalmente se ha quedado el BBVA) o fueron nacionalizadas (el caso de Caja Madrid es peculiar porque primero se fusionó con la valenciana Bancaja convirtiéndose en Bankia y luego tuvo que ser nacionalizada, otras entidades nacionalizadas fueron Nova Caixa Galicia y Caixa Catalunya). Pues bien ese rescate bancario que se nos juro y perjuro que no tendría consecuencias sobre la política económica del gobierno y la soberanía económica española no fue tal. Por esa razón no es de extrañar que ahora desde Bruselas recomienden a España que eleve el Impuesto de Valor Añadido, recorte las pensiones, pida una nueva reforma laboral, o hasta proteste cuando la Junta de Andalucía quiere expropiar pisos vacíos a las inmobiliarias y a la banca.

Volviendo a Joan Garcés encuentro acertado rescatar sus palabras cuando argumentó que ningún gobierno español puede hacer política keynesiana, emitiendo más moneda después de una devaluación, desde el momento en que España perdió su moneda y entró en el euro. Recordemos que la política keynesiana que aplicaron todos los países occidentales al finalizar la Segunda Guerra Mundial (en Estados Unidos se llamó New Deal) se basaba en fomentar la inversión estatal en el sectores productivos para buscar la plena ocupación, la que a su vez fomentaba el consumo y a resultas de ello, no solo se conseguía aumentar los ingresos por los impuestos con el que poder pagar la deuda pública si no que se conseguía el ansiado crecimiento económico. Pues bien, mientras Barak Obama en Estados Unidos está haciendo una política económica muy parecida a esto que estamos exponiendo, en Europa se ha apostado meramente por la austeridad en la cuentas públicas para terminar con el déficit y de paso con todas las economías nacionales.

Para finalizar Joan Garcés nos habló de otro tipo de déficit, el democrático. Podemos hablar de Cataluña pero también de otras cuestiones. El gobierno de España con la mayoría absoluta que dan los dos grandes partidos reformó la Constitución sin ninguna consulta popular, algo que es tradición en un país en el que tampoco se preguntó a los españoles por la entrada en el euro o en la Unión Europea, en la que se entró en la OTAN del mismo modo, y en la que el PSOE hizo un referéndum el 16 de marzo de 1986 primero pidiendo la salida de la organización militar y luego su entrada. Nada extraño en un país en el que en el referéndum de la Constitución del 6 de diciembre de 1978 por el que se preguntaba a las españoles si querían democracia (¿quién iba a oponerse a ello?) llevaba asociado un sistema político de Monarquía Parlamentaria en el que se impuso un jefe de estado simbólico que previamente había designado el dictador como sucesor.

Hoy han salido centenares de miles de personas en más de 80 ciudades alrededor de Europa bajo el lema ‘Pueblos unidos contra la Troika’ para protestar en contra de los recortes impuestos por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Y yo me alegro. Europa tiene futuro pero no es el que nos dicen. Que se joda la Troika (*2).

Anotaciones:

1. Se puede consultar el artículo 135 de la Constitución en este enlace.

2. «Que se joda la Troika» ha sido uno de los lemas de los manifestantes portugueses el 1 de junio.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 1 Junio 2013.

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